martes, 4 de marzo de 2014

Historía de la bateria de Litio Ion

El trabajo precursor con baterías de litio comenzó en 1912 pero hasta principios de la década del 70 que las primeras baterías no recargables de litio se volvieron aprovechables comercialmente.

Intentos por desarrollar baterías de litio recargables continuaron durante los años ochenta, pero fallaron debido a problemas de seguridad.

El Litio es el más liviano de todos los metales, posee el mayor potencial electroquímico y representa el mayor contenedor de energía.

Usando litio metálico como electrodo negativo las baterías recargables son capaces de proveer alto voltaje y excelente capacidad, obteniendo así una extraordinaria alta densidad de energía

A causa de la inestabilidad inherente al Metal - Litio, especialmente durante su carga, las investigaciones se orientaron hacia la búsqueda de una batería de Litio no metálico usando iones de litio como Dióxido de litio-cobalto (LiCoO2).



Aunque levemente menor en densidad de energía que el metal - Litio, el Litio Ion es seguro, provisto con ciertas precauciones para al carga y la descarga

En 1991, se comercializó la primer batería de Li-Ion. Otros fabricantes siguieron el ejemplo siendo hoy el químico de baterías de más rápido crecimiento en el mundo

Como consecuencia la energía útil del sistema de grafito puede ser recuperada descargando solo hasta 3V, mientras que la versión de carbón debe ser descargada hasta los 2.5V para obtener igual performance.

Como desventajas, el manganeso ofrece una densidad de energía levemente menor, sufre pérdida de capacidad a temperaturas superiores a los 40°C y envejece más rápido que el cobalto.

A pesar de que las celdas de Li-Ion tienen algún impacto ambiental, causan menos daño que las baterías basadas en cadmio o plomo. Entre la familia de baterías de Li-Ion, la de manganeso es la más noble.

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